Presencia inquietante la tuya, que le das al aire una suerte de locura inquebrantable. Dudas que se desvanecen con tu presencia; dulce presencia que me inmoviliza de sentidos, de palabras, que me vuelve tartamuda, que dibuja sonrisas en mis ojos.
Y dentro mío se anidan las palabras que se quieren salir por mi boca de manera atropellada, pero ahí quedan, ocultas en mi lenguaje.
Me pregunto que pasaría si algún día esas palabras- transportadoras de sensaciones- estallaran y decidieran reposar en tus oídos?
Duda existencial la mía
Tal vez pronto llegue ese día
En el que todo estalle y se destape mi silencio…
Quien sabe
Quizá toque fondo y escriba mi destino
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Yo creo que sin "tal vez" llegará ese día...
Un abrazo.
En mi espacio debajo de mi perfil hay un premio para ti que a su vez lo puedes pasar a 7 blogs más.
Un beso!
El increíble poder de la "palabra", si tan sólo pudieras hacer uso de la palabra podrías cambiar tu destino (?) parece ser lo que se lee en tu escrito. ¿En qué momento fue que llegamos a depender tanto de la palabra? como si las palabras sintieran...
Un gran abrazo,
Publicar un comentario