martes, 26 de febrero de 2008

El barco de la felicidad

7:00 hs
Anuncia el barco de la felicidad
parte rumbo al amor.
Un ansioso tripulante
con olvido de maletas en el puerto,
en ellas
recuerdos.

Resplandor de sol que asoma,
compañero de ruta,
tenue luz en las pupilas,
agobiadas de fracasos y derrotas.

Larga espera,
de amaneceres alegres,
desprovistas del pasado,
invisible a sus ojos.

0:00 hs del nuevo día
el barco de la felicidad anuncia:
-Destinos cruzados
-Amor que lo atraviesa,
-Profunda entrega
-Tripulante de un viaje sin retorno

jueves, 21 de febrero de 2008

Arránqueme Sra, las ropas y las dudas. Desnúdeme, desnúdeme.

(la noche/2. Eduardo Galeano)



Nos desnudamos con la mirada. De todo me despojas: de ropa, de tristezas.
Me vacías de esta soledad eterna, que a veces asfixia mis deseos, y arrasa con mis sueños.
Me encuentras dormida en las sombras .apenas me rozas, contorneas mi sonrisa, pintas mariposas en mi cuerpo. Me haces brillar.
De luz llenas el alma mía. Me envuelves hasta enroscarme en vos como serpiente agazapada.
Deslizo mis deseos sobre tu piel blanca, sobre tus ojos color miel que furiosos van a mi encuentro.
Sobre la cuerda de lo prohibido estamos, la tocamos, y resbalamos, trastabillamos, hasta caer… ¿al abismo?

Y decido caer con vos, en vos, hasta arder como hojas secas en llamas, hasta que me agobies de tanto amor, y te pida que te quedes.



martes, 19 de febrero de 2008

Somos panteras enjauladas a la espera de una libertad no condicionada por las miserias humanas.

jueves, 14 de febrero de 2008

Encontrarte

Tu sombra
En la oscuridad de un lunes
Reflejaba en mi vereda, en mi almohada, en mi ventana, en mí
Trocitos de vos

Vos, tu sombra, tu sombra y vos, yo y tu sombra
Solos en la nada
Iluminados, por el fuego de nuestros cuerpos
Que flotaban, vestidos de amor


Encontrarte
En esa silenciosa noche
Imbuida en una soledad que aturdía
Y me invadía de vos

Mis blancas manos
Intentaban acariciar tu risa
Que danzaba en mis pupilas
Hasta agobiarlas

En jazmines y en lilas
En claros y oscuros
En noches y en días
Encontrarte

Llenarme de paisajes de vos
Besar tu alma
Antes de que tu sombra se esfume

martes, 12 de febrero de 2008

Vos

Presencia inquietante la tuya, que le das al aire una suerte de locura inquebrantable. Dudas que se desvanecen con tu presencia; dulce presencia que me inmoviliza de sentidos, de palabras, que me vuelve tartamuda, que dibuja sonrisas en mis ojos.
Y dentro mío se anidan las palabras que se quieren salir por mi boca de manera atropellada, pero ahí quedan, ocultas en mi lenguaje.
Me pregunto que pasaría si algún día esas palabras- transportadoras de sensaciones- estallaran y decidieran reposar en tus oídos?

Duda existencial la mía

Tal vez pronto llegue ese día
En el que todo estalle y se destape mi silencio…

Quien sabe

Quizá toque fondo y escriba mi destino

miércoles, 6 de febrero de 2008

El lugarsinombre

Duermo casi por obligación; casi sin desearlo. Suelo marearme de dar tantas vueltas- vueltas que se vician en la cotidianeidad de pensarte, y que no se restringen a mi insomnio –; vueltas que tratan de explicar lo imperceptible.
Es como habitar de a ratos la alegoría de la caverna platónica y vivir entre las sombras. y escuchar voces, que no son más que mis voces, que el eco de hablarme y responderme.
Y así, con el tiempo, acostumbrarse a la oscuridad, a los silencios que parecieran deslizarse como niña en tobogán para dormirse en mi garganta.
De repente, me escabullo en mis sueños. Y en un cerrar de ojos- casi tan tierno como si escuchara un susurro tuyo en mis oídos- veo un gran campo con hierbas bien verdes, girasoles por doquier, sol tajante de verano, que lastima pieles blancas, que trasluce la transparencia de mi alma. ¿ y que hago en ese campo?- me pregunto casi atónita en ese descubrir de tanta belleza recortada en un paisaje que se duerme en mis ojos-
En ese campo respiro vientos de una libertad insoslayable, vientos que sobrevuelan mi soledad, que me convierten en animal en fuga-me respondo.
Ojos furiosos de lobo enjaulado encuentran la calma en ese atardecer de verano pueblerino. La tristeza se va esfumando, recortando entre las montañas, cayendo como gotas de agua. Es la tristeza del alma- que es cueva de memoria, de pasado, de caras conocidas-.
¿Y que decir de la risa? Ella es inagotable en mis labios. Pasea desnuda de pasado añorando el repentino contagio en los tuyos. Mi cuerpo es río caribeño, se viste de carnaval al verte. La luminosidad que refleja la frescura del lugarsinnombre atraviesa todos mis sentidos, como tu mirada perdida, y elocuente le da golpecitos a mi alma hasta robarme las palabras. De cosas así mis emociones se agudizan-pienso-

Todo transcurre en apenas 20 minutos-hablo del sueño-.tiempo que hubiera querido hacerlo inmortal. Desperté con la tranquilidad de ciudad en sus primeras horas de vida.

Inmersa en la agonía de la oscuridad agobiante recordé- la mujer rubia del sueño hizo un pacto sin retorno con la silenciosa de la caverna –(o sea yo misma) escrito éste como graffiti en el cielo-que decía:
“todos tenemos un pasaje de ida y vuelta al el lugarsinnombre. Cada uno decide en dónde quedarse”

lunes, 4 de febrero de 2008

Ensayo de canción

Estoy mareada y no veo nada
Es por tu amor que me desangra
Dejame flotar en tu boca
Y Sentir asfixia de vos
Quiero sentirte mío y respirar la dosis de tu amor

No te alejes de mi camino
Sin vos no hay rumbo, escapa conmigo
Fundite en mi cuerpo, recórreme entera
Sos veneno que no mata
Que anestesia mi dolor y me desarma

Estoy mareada y no veo nada
Es por tu amor que me desangra
Dejame flotar en tu boca
Y Sentir asfixia de vos
Quiero sentirte mío y respirar la dosis de tu amor

No te vuelvas lejano
Tu silencio me ahoga
Si supieras que te extraño
Tal vez te abandonaras en mi boca
Dame tu aire, azul y verde
Seamos flor y mariposa

Quiero sentirte mío
Y respirar dosis de vos
Mi delirio es quererte
No te vayas mi amor

viernes, 1 de febrero de 2008

Relato de un viernes pálido

Día viernes.
Salgo del trabajo, camino rumbo a casa y en una especie de conexión-desconexión subo al 159 con auricular en mis oídos. Suena Lisandro arisitmuño y al primer rasguido de su guitarra cierro mis ojos. Pienso: “no quiero estar acá. Quiero irme lejos”Por lo pronto, quisiera no estar un viernes a las 14 hs en ese colectivo con una térmica de aproximadamente 30º.Pero como bien diría un amigo: “ es lo que hay”…
Tengo tantas ganas de tanto y tan pocas a la vez. Algo así como desear cosas de las cuales no sé de dónde sacar fuerzas para alcanzarlas. Hay días-hoy uno de ellos- que quisiera hundirme en mi silencio, y en él, encontrarme conmigo. Descubrir hacia dónde voy, hacia dónde quiero ir. ¿Puede ser que esté en este estado autista casi fóbico de gente, de voces, de ruido, del que no quiera salir?
….llego a casa. apenas murmuro: un hola
No quiero hablar con nadie. Agarro el libro de alejandra pizarnik-tal vez no era el momento apropiado dado que sus palabras son algo suicidas-leo 4 páginas, mi celular sonando.
Llama un x boy, con el cual no tengo ganas de hablar, invitándome a salir(son los típicos llamados a los que uno contesta casi amablemente por no pasar por maleducada, pero forzando una voz que está lejos de la cortesía).Trato de disimular mi mal humor, mis no ganas de atender, y atiendo con un_ “hola xxx, como estás?”. Y ahí acudo a mi atajo (sabía que se venía la típica pregunta: Hacés algo hoy?),y acoto: yo bien. Recién corto con mi amiga, porque hoy salgo con las chicas del trabajo (en ese momento me transformé en un pinocho versión femenina, lo sé).A lo que responde: ah…iba a decirte de ir a tomar algo. Añade: bueno está bien, talvez mañana o el domingo, no?
Sí, no hay drama. Hablamos- respondo-.(pensando, no voy a atenderte).
Corto con algo de culpa, pero a la vez de alivio. Y pienso: mentí, pero no puedo ser hipócrita. No me gusta crear falsas expectativas.
....Digamos que creo bastante en un buen flechazo, en una mirada intensa, en una sonrisa cómplice, en la generación de sensaciones.
¿Para que voy a salir?-me auto pregunto-
me respondo: no tiene sentido. Tenés la luz de otros ojos en tu mente.

Llega la noche. Prendo un cigarrillo abro la ventana de mi habitación. Y en la primera bocanada de humo, miro al cielo-con mi característica melancolía-
Pienso en él. En sus ojos, en su risa. En lo atrapada que me siento. En este silencio que me asfixia por momentos...

En las ganas de que hubiera sido él quien me cambiara este viernes pálido