martes, 22 de enero de 2008

Puertas adentro

Acostarme, levantarme, andar, deambular…todo es igual. Estar a solas conmigo. Perderme en tu sombra .Abrazar en el aire tus suspiros.
Tenerle miedo al miedo. Imaginarte en la oscuridad de mi habitación, acariciando mi tristeza. Ser noctámbula del pasado, sin siquiera pretenderlo. Ser rehén del dolor en la oscuridad de mis días. Deshumanizarme de a ratos, querer vencer el miedo y no tener memoria cronológica. Tener un calendario que sólo tenga días felices. Desvanecerme en la nada y decirle al mundo que esto no es lo que quiero. Que me siento atrapada en la inmensidad. Que soy lo que soy y no lo que quiero ser. Que me pierdo en el intento de saber quién soy. Que tengo en mi sangre trocitos de nostalgia. Acostarme, levantarme, andar, deambular. Todo es igual

Algún día quisiera contar otra historia

3 comentarios:

Someone dijo...

Es extraña la soledad, por momento puede ser una gran compañía y a veces simplemente nos ahoga en una rutina constante, ciclica, se pega en nuestra piel y nos sumerge. Ojalá todo se pudiera cambiar...
Saludos.

Roky Rokoon dijo...

todos estamos presos de la monotonia, salir x un ratito, ya es totalmente increible y memorable

Javi! dijo...

a ver... yo soy de los que creen que está bueno destruirse y armarse de casi cero de vez en cuando. No creo mucho en la felicidad, tal vez porque no soy una persona feliz u optimista en demasía.
Pero sí me gusta poder observar a las personas que van por la vida con una sonrisa en la boca.
Uno se acostumbra a la soledad y cuando empieza a quererla es cuando mas no quiere tenerla. Pero en esa soledad es también cuando podemos conocermos mejor. Con miserias y bondades.
Que se yo, siga escribiendo que es el modo mas sano de tirar la caca afuera y sonreir mas limpiamente.
Saludos.-