viernes, 2 de mayo de 2008

Luz divina

Luz que incendias el alma mía
Alma herida
La mía
Vos, Circundante
Que navegas en mis pensamientos

Suaves tus manos
Se deslizan
Piel mía que erizas
Deseos encontrados

Tus ojos mirándome
En la noche, estaban
Proyectando
Una tibia ternura
en los míos se quedaban

Luz que incendias el alma mía
Déjame abrazar
La inmensidad de este amor noble.

3 comentarios:

La Sacerdotisa de San Telmo dijo...

un saludo
aqui me garro la noche paseando por blogs

Anónimo dijo...

cuando entre en tu blog, sentí una pequeña brisa de paz, me llamo mucho la atención la suavidad de los colores entre otras cosas, muy lindo te felicito.
saludos

Leandro dijo...

Hace mucha falta un amor noble, de veras... Muy lindo Vale! Como siempre
Besos...