De gira sin ira

Me visto de ausencia y me voy de gira, en esta tarde algo lluviosa, gris y silenciosa, que no hace más que mojar mis ropas y humedecer mis recuerdos, agarro mi equipaje y parto sin destino alguno en despojos de esta mugre que no me deja brillar.
No sé de alegrías duraderas, de la felicidad eterna, de grandes sonrisas y carcajadas que te hagan doler la cara; tampoco de grandes cenas, grandes fiestas y toda “grandeza” afín.
Sólo sé que quiero vaciarme de la suciedad cotidiana. De los malos tragos, de las noches de angustia, de puteadas varias por injusticias, “del gran amor”/ de amor al fin, que dicen que marca para toda la vida- pero que ya me dejó tantas marcas, tantas heridas, tantas cicatrices, tantos espacios difíciles de ocupar, que basta la puta madre, basta de todo eso, de toda la cursilería que remite a eso.
Mejor barrer con lo pasado, que duerma donde debe dormir, en algún lugar lejos del corazón, cerquita del alma y a leguas de la realidad.
Tal vez sea mejor partir de una vez por todas…

Quizá el retorno me vista de vida